"Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos [...]¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él [...]El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras". Jn. 14: 15,21,23.
¿Amamos realmente a Cristo? ¿Es nuestra vida un reflejo de nuestro amor por Él, o sólo es la demostración de que nuestra confesión de fe es hipócrita? ¿Somos una nueva creación, o seguimos viviendo de la misma forma que antes?
Que el Señor tenga misericordia de nosotros y nos revele a su Hijo, por amor de su Nombre. Que nos conceda amarlo con todas nuestras fuerzas, hasta dar la vida si es necesario. Amén.
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