"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido" Ro. 1:18-21."De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige,ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan. Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio." Ro. 2:14-16."Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos." Hch. 17:30-31.
¡Nadie tiene excusa! Todos hemos recibido la suficiente revelación como para saber que hay un único y verdadero Dios, y para ser responsables por nuestro pecado ante Él.
Ese único y verdadero Dios nos ordena arrepentirnos y poner nuestra fe en su unigénito Hijo, enviado al mundo a pagar el precio de los pecados de judíos y gentiles.
¡Vuelve a tu Creador!
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