domingo, 30 de agosto de 2009

¿Quieres vivir en moralidad mínima?


No hay duda de que la Biblia nos ordena ser santos en nuestra manera de vivir. Podemos citar entre muchos otros:

"pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo.»" 1 P. 1:16.

"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" He. 12:14.

Vemos que la Biblia no reserva la calidad de "santo" a cristianos excepcionales que reciben tal denominación una vez muertos, sino que más bien ordena a todo creyente vivir en santidad. De hecho, "santo" se utiliza como sinónimo de "cristiano" (por ej. Ro. 8:27; 12:13; 15:25-26, 31; 16:15; 1 Co. 6:1; 14:33; 16:1, entre otros).

Ahora bien, ante esto muchos se preguntan: ¿Hasta dónde puedo hacer tal cosa y todavía ser santo?, o ¿Cuál es el límite entre lo santo y lo profano?, denotando con esto que su intención es vivir en el mínimo aceptable. Pretenden tranquilizar sus consciencias sabiendo que todavía pueden ser llamados "santos", pero a la vez revolcarse en el mismo barro con que se ensuciaban antes.

Lo anterior nos habla de un problema mayor, que nos debe llevar a la reflexión: ¿Estamos tratando de agradar a Dios por obligación o vivimos en santidad porque lo amamos? El cristianismo se basa en un cambio del corazón, un paso de muerte a vida (Ef. 2:5), la conversión en una nueva creación (2 Co. 5:17); por tanto, quien se encuentra en esta condición quiere agradar a Dios porque lo ama, y aborrece aquello que es malo. Si nuestra supuesta vida en santidad no es más que el cumplimiento a regañadientes de los mandamientos de Dios, no somos más que fariseos hipócritas, y debemos rogar a Dios por un arrepentimiento verdadero.

Como dice 2 Co. 13:5 "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos". Si predicamos estas verdades no es para que permanezcamos en el temor de no ser salvos, sino que antes bien caigamos de rodillas ante el Señor pidiendo perdón por nuestro corazón rebelde y obstinado hacia sus preceptos.

Que el Señor tenga misericordia de nuestra debilidad, y nos llene de gracia para vivir una gozosa santidad. Amén.

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Los dejo con una predicación de Tim Conway, Pastor de "Grace Community Church" de San Antonio, Texas. Tomado de illbehonest.


1 comentario:

  1. Hola hermano, Dios te bendiga
    Te otorgo el Premio al Esfuerzo Personal 2009 por la excelencia de tu blog.
    Pasa por mi blog para que lo retires:

    Las bases del premio son las siguientes:
    1-Exhibir la imagen del premio.
    2-Poner el enlace de la persona que te lo ha regalado.
    3-Elegir 5 personas para pasárselo.
    4-Escribirles un mensaje en su blog para que se enteren de su premio.

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