viernes, 29 de enero de 2010

Hallazgo de Iglesia Antigua: Breve Análisis


Una noticia publicada en el sitio de la
BBC se señala lo siguiente:

"Descubren iglesia cristiana antigua

Las autoridades de Israel anunciaron que arqueólogos descubrieron en el terreno de una prisión de máxima seguridad, lo que pudiera ser la iglesia cristiana más antigua.

Durante una entrevista con la televisión israelí, uno de los excavadores de la Autoridad de Antigüedades, Jotham Tefer, dijo que los orígenes de la iglesia se remontan al siglo 3 o 4.

Catalogó el descubrimiento como el único en la historia que contiene muy raras inscripciones.

"Esta es una estructura muy antigua, tal vez la más vieja en nuestra área", agregó.

El texto de las lápidas, en griego antiguo, hace referencias a Jesús. También se pueden observar imágenes de pescados, que es un símbolo cristiano antiguo.

Evidencia arqueológica

"Normalmente tenemos de este periodo en nuestra región, evidencia histórica en la literatura, pero no evidencia arqueológica", añadió Tefer.

En la excavación que se hizo durante 18 meses en los terrenos de la prisión Megiddo, cerca de la ciudad bíblica de Armagedón, pudieron participar unos 60 prisioneros del penal.

Los descubrimientos más significativos ocurrieron en las últimas dos semanas, dijo Tefer."


Por su parte, el diario "La Jornada" (Universidad Autónoma de México) agrega:


"

Un piso de mosaico, inscrito con una ornamentada dedicatoria al "Dios Jesucristo", fue descubierto cuando se despejaba el terreno para la construcción de una nueva ala del penal. Se cree que la capilla data de finales del siglo III o principios del IV, cuando la religión cristiana estaba aún prohibida por los ocupantes romanos.

Uzi Da'ari, experto en cristianismo primitivo de la Universidad de Haifa, sugirió que la capilla pudo ser un lugar clandestino de oración dentro de otro edificio. Todas las evidencias apuntan a un tiempo anterior a cuando el emperador Constantino legalizó el cristianismo, en el año 313, y mudó de Roma a Bizancio la capital del imperio.

Constantino, dijo Da'ari, estableció un trazo que ha caracterizado el diseño de iglesias desde entonces, con un ábside que mira al oriente y un altar alto. "No se encuentra ninguno de estos elementos en el edificio de Megiddo", señaló. "Una inscripción habla de una mesa, no un altar. El estilo y la atmósfera son muy diferentes de lo que se ve en las muchas iglesias que Constantino construyó aquí."

Yotam Tefer, quien dirigió la excavación por cuenta de la Autoridad Israelí de Antigüedades, especuló que tal vez la mesa se usaba para una comida ritual en conmemoración de la Ultima Cena. Leah Di Segni, profesora de Jerusalén que tradujo las inscripciones, confirmó que tanto la redacción como los caracteres apuntan a un periodo anterior a Bizancio"


De esta interesante noticia sobre, lo más probable, la iglesia más antigua de la que se tenga registro, podemos extraer las siguientes conclusiones:


1.- Jesús fue considerado Dios por su iglesia antes de Constantino. Esto echa por tierra la tesis según la cual la deidad de Cristo habría sido introducida por este Emperador para armonizar el cristianismo con la religión pagana de la época, en la que se adoraba al "dios Sol" (que finalmente, según esta corriente, habría sido reemplazado por Cristo). En consecuencia, esta tesis maliciosa cae estrepitosamente, prevaleciendo la versión escritural.


2.- La iglesia, como corresponde, estaba dedicada a Jesús, y no a un ser humano.


3.- Las características de la iglesia encontrada dejan de manifiesto que la intromisión de Constantino produjo cambios en las congregaciones. Es posible inferir que dichas modificaciones no sólo afectaron la forma sino también, a la postre, el fondo. Lo anterior puede concluirse del análisis citado arriba de

Uzi Da'ari.


4.- Un punto que quizás puede pasar desapercibido, pero que es de suma importancia: en la iglesia no había un altar, sino una mesa.

El altar sólo tiene sentido si se realizan sacrificios, pero, tal como nos enseña el libro de Hebreos, luego de la muerte y resurrección de Cristo no hay más sacrificios, pues todo quedó completo con la obra de Cristo en el Calvario. En efecto, señala el referido libro (negritas nuestras):


"

Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención

" He. 9: 11-12.


“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.

De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado […]

Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” He. 9:24-26,28.

“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” He. 10:10-15.

Ante esto podemos decir:


a) Es sabido que el método de enseñanza judío por excelencia era la repetición. Podemos apreciar que en sólo dos capítulos del libro de hebreos se repitió varias veces que el sacrificio de Cristo fue hecho una vez para siempre. Evidentemente, esto significa que ahora no hay más sacrificios.

b) El hecho de que no hayan más sacrificios, hace que el altar quede obsoleto. Si se sigue utilizando un altar (que es lo mismo que sacrificar a Cristo de nuevo), se está atentando contra la suficiencia del sacrificio de Cristo.

c) Esto tiene como consecuencia que la Eucaristía o Santa Cena no puede ser un sacrificio real, sino sólo una conmemoración. Como dijo el mismo Cristo, "haced esto en memoria de mí" (Lc. 22:19). El Apóstol Pablo agrega:


"Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga

" 1 Co. 11:26


La Santa Cena o Eucaristía no sacrifica de nuevo a Cristo, sino que anuncia su muerte. Es por esto que el sacrificio de la misa atenta contra la suficiencia del sacrificio de Cristo, ya que declara que se trata de un nuevo sacrificio. En efecto, señala el catecismo católico:


"

1353 En la epíclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (o el poder de su bendición (cf MR, canon romano, 90) sobre el pan y el vino, para que se conviertan por su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu (algunas tradiciones litúrgicas colocan la epíclesis después de la anámnesis);

en el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre;

1354 en la anámnesis que sigue, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia con él

1360 La Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre"

1364 "Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado, se realiza la obra de nuestra redención" (LG 3)" (destacados nuestros)



Este punto es complejo, ya que pese a señalar el catecismo citado que el sacrificio fue una vez para siempre (quizás para mantener una apariencia de ortodoxia), en la práctica se ofrece nuevamente al Hijo. ¿Para qué, entonces, convierten el pan y el vino el el cuerpo y la sangre de Cristo? Obviamente para ofrecer nuevamente su sacrificio, cuestión que contraría la doctrina de Jesús y sus apóstoles, según la cual el sacrificio fue una vez para siempre (no habla nunca de "actualizarlo").


¡Incluso la última afirmación (1364) llega a señalar que nuestra redención depende de la Eucaristía! Esto no es lo que dice hebreos, según el cual fuimos hechos perfectos para siempre con su sacrificio, sin necesidad de ofrecerlo nuevamente (10:15).


Por tanto, aunque diga el catecismo que el sacrificio fue una vez para siempre, tal declaración no tiene sentido si en los hechos se demuestra lo contrario.


d) En apoyo de lo anterior, podemos decir además que Jesús estableció un vínculo entre la celebración de la Pascua judía y la celebración de la Santa Cena. Tal como la Pascua es un símbolo-recordatorio del cordero sacrificado para salvar a Israel de la muerte de sus primogénitos, la Santa Cena es un símbolo-recordatorio del sacrificio del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.


En consecuencia, estas razones justifican que esta iglesia primitiva encontrada tuviera una mesa y no un altar.


Que Dios en su misericordia nos conceda sabiduría y entendimiento. Amén.


PS: Agradecemos al hermano Jeffrey Herrera Leiva por compartir esta noticia. Que Dios lo llene de su gracia.

sábado, 23 de enero de 2010

Marjoe Gortner: un lobo se confiesa


Pocas veces se da esta situación: que un falso profeta se confiese y exponga su engaño. La mayor parte del tiempo estos hipócritas engañan durante toda su desdichada existencia y dejan un desastre a su paso (congregaciones divididas, herejías, apostasía, etc.).

Por eso el testimonio de Marjoe Gortner es tan valioso, ya que nos permite demostrar con hechos que "el evangelio de estadios", aquél en el que grandes multitudes presencian hechos portentosos, catarsis emocionales, convulsiones y caídas; es falso, y que esas "señales" no son más que sugestión en la mente de las personas.

Hay miembros de las congregaciones actuales que ni siquiera cuestionan que esas desagradables y groseras "señales" puedan ser falsas. Al ver a un hombre convulsionando en el piso como pez fuera del agua simplemente se maravillan y creen que se trata de Espíritu Santo. Pero... ¡QUÉ SORPRESA! Este falso predicador demostró que puede lograr que el """"Espíritu Santo"""" se manifieste en sus reuniones sin siquiera creer en Él. ¡Incluso se burlaba de cómo la gente creía en sus engaños!

Tal como dice el video, sólo resta esperar que el resto de lobos rapaces quede en evidencia. Lo bueno es que podemos confiar que así será, ya que en la venida del Rey de Reyes todo quedará al descubierto. El problema es que quizás para muchos será demasiado tarde...

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros 1 Jn. 2:19







miércoles, 13 de enero de 2010

¿Reprendió Jesús a los fariseos por conocer bien las Escrituras?


En la actualidad se ha extendido la errónea creencia de que una persona que conoce bien las Escrituras es un fariseo, incluso algunos llegan a acusar: "si hubieras estado en Israel en los tiempos de Cristo, habrías gritado para que lo crucificaran".


Nos oponemos a esta lamentable malinterpretación, sin negar con ello la existencia de legalistas que imponen sobre el cuerpo de Cristo un peso que Dios no ha requerido y que ni ellos mismos pueden sobrellevar. Lo que atacamos aquí, en cambio, es la acusación de legalismo y fariseismo a quienes verdaderamente predican el evangelio de Jesucristo.

Entonces, ¿Reprendió Jesús a los fariseos por conocer bien las Escrituras? La Biblia nos indica todo lo contrario, es decir, Cristo elogió su afán de conocer la Palabra de Dios y se validó a sí mismo y a su ministerio en esta última:

"Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí" Jn. 5:39 (BLA)

"Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él" Jn. 5:46 (BLA)

Es más, Jesucristo reprendió a los fariseos por ignorar las Escrituras:


"Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de
Dios" Mt. 22:29

En estos pasajes podemos apreciar que Jesús lo que les reprendió fue precisamente que no creyeran en lo que dijo Moisés, o que ignoraran la Palabra de Dios. Su problema efectivamente era de conocimiento, pero no por abundancia sino por defecto.

Luego, podemos concluir que la creencia actual según la cual quien escudriña y estudia profundamente las Escrituras es un fariseo, está completamente fuera de lugar. Incluso podemos probar que una persona que no conoce la Biblia está más cerca de ser un fariseo. Para ello debemos entender qué fue lo que Jesús criticó de esta secta judaica: su hipocresía. Y ¿Por qué eran hipócritas? Porque creían poder agradar a Dios con su propia justicia, con el fruto de su propio esfuerzo, cuando en realidad lo único que lograban era un cumplimiento -en el mejor de los casos- meramente externo, mientras que lo que se requiere es un nuevo nacimiento (Jn. 3:3) que transforma el corazón del hombre, es decir, la esencia misma de su ser.

Aquí encontramos la actitud típica del fariseo, retratada por el mismo Jesús:

"Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido"Lc. 18:10-14

El corazón de los fariseos seguía siendo totalmente corrupto e impío, mientras su apariencia era de piedad y religiosidad. Por ello Jesús los llamó "sepulcros blanqueados", es decir, por fuera limpios, mientras por dentro se encontraban podridos.

En relación con lo anterior, quien no conoce las Escrituras ni se interesa por ello, ¿Cómo puede conocer las profundidades de la gracia de Dios? ¿Qué sabrá acerca de la condición pecaminosa del hombre y su imposibilidad de agradar a Dios por sus propios méritos? ¿Cómo conocerá lo que es crecer en arrepentimiento y piedad? ¿A qué Dios seguirá, si no conoce sus enseñanzas? ¿Cómo sabrá lo que agrada a Dios y la forma en que debe adorarle?

Quien no conoce las Escrituras ni se interesa por ello, diciéndose cristiano está más cerca de ser un fariseo que pretende agradar a Dios en sus méritos, a su manera. Haciendo esto además sigue la línea de Caín, quien presentó la ofrenda que él estimó sublime, en vez de agradar a Dios como éste lo había ordenado (Gn. 4:3-5).

Aquél que pretenda caminar por la senda de la justicia propia lamentablemente no hallará la justicia que es por la fe en Cristo, que es la única que salva:

"¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe. En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha alcanzado esa justicia. ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la «piedra de tropiezo», como está escrito:

«Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo
y una roca que hace caer;

pero el que confíe en él no será defraudado.»" Ro. 9:30-33

Aquí se habla de que la justicia verdadera es por la fe. ¿Cómo nace la fe? Por oír la Palabra de Dios (Ro. 10:17). Es decir, la fe se sustenta y nace de las Escrituras, fuera de ellas no existe, no es más que un abortivo.

Tengamos en cuenta además que quien intente ser justo a su manera o en sus propios méritos, ¡terminará tropezando con Cristo! ¿Hay algo más terrible que tropezarse en el Hijo de Dios? Quien se encuentre en esta situación será destruído.

Si tú, considerándote cristiano, continúas en una actitud hostil hacia la Palabra, recurriendo a argumentos como "no hay que creer todo literal", "la Biblia es un libro hecho por hombres", y crees que puedes ganarte el cielo con tus obras, te exhorto tener en cuenta lo dicho por Pablo:


"y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe" Fil. 3:9
Por último, quien cree poder vivir en el Espíritu sin necesidad de la verdad de Dios presente en las Escrituras, adora a su manera a un Dios inventado por su mente, lo que es idolatría.

Que el Señor tenga misericordia de nosotros y guarde nuestro pie de tropezar y nuestros ojos de desviarse de Cristo.